En casa de Andi, escritos en hojas perdidas

Y cuando se pierde el tono ¿Qué queda?

Él toma y es su interior el que sonríe.
Él amarra sus huesos con clavos.
Él camina recto, no lo botan y no es por miedo,
su simpatía demuestra sus conocimientos
si sabe mucho demuestra poco
pero todo se nota en su miradita de sarcasmo interno.

Un vaso por lado, un ojo compañero, casas se quemaban al recibirlo
Por que lo extrañaban o por que lo querían olvidar desde adentro.

Bocas cayendo del cielo
Lobos gimiendo en el bosque
con eso yo me conformo

A ella le gusta ser intensa.
A ella le gusta morder de mirada hacia adentro.
Ella se queda dentro de su mundo estático y recibe mil mundos al amanecer,
lo vive por que la vida la paró en lo eterno, que no persigue, pero alcanza
a todos nos toca un puño distinto.
Mis frases son como primaveras con flores artificiales
por eso el aroma lo disfruto desde mas lejos.

al mas mínimo toque
tocas mi inconsecuencia.

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