Por ti hubiese cortado todas las margaritas de la supuesta pradera.
Mis manos podrían pincharse con espinas de rosas.
Mi cabeza podría palpitar de tanto andar.
Me clavaría a tu pecho
Me cosería a tus brazos
Me robaría tus labios… para acariciarlos siempre…
Esos labios que me sonreían, mordían y dictaban confesiones enredadas.
No me voy a sacar nunca tu mirada de la mente
No se irán las ganas de amanecer otra vez a tu lado.
Esta ves sin resaca.
Esta vez sin interrupciones.



No hay comentarios:
Publicar un comentario