Una Noche

Y estoy aquí, quizás sin ver lo que estoy escribiendo y algo incomoda. Quizás caí en lo que dije que nunca más volvería a cometer, a ver, a pensar. Pero en momentos hay que aprovechar de disfrutar, de vivir. Ahora quizás estoy peor que antes, no en el mismo sentido de siempre, en un sentido mucho más drástico y certero. Y dije no, nunca mas, por que sucedió entonces? por lo mismo, por que dije que no pasaría. Cuando digo que si, pasará pero con aun mas ganas. Y así es todo. Me agarran del brazo y me levan a llorar. Intente llamar y que no se dieran cuenta quien soy, esta vez no fue para escuchar solo un suspiro. Yo me entiendo, quien más que yo. Y boté mis energías. Quizás hable con él como lo aria con otra persona, me hizo sentir algo más segura. Di abrazos, desilusiones, besos, energías. Enojos, golpes, todo, en una noche. Y si dicen que estoy loca, quien lo niega? quien ? nadie , supongo. Quizás alguien me quiera salvar, alguien con mala intención de hacerlo, o sea lo hace con su lado maligno, el lado maligno que yo le enseñe. Quisiera llegar peor, para no escribir y dormir escribiendo en mi mente, pero hoy me controlé aunque no quería, la noche no estaba de mi lado. Lo sabía. Se hacia el inocente. Por que? já todo es tan cínico, un pelo cuatico lo demuestra. De nuevo yo solo me entiendo. Si al fin escribo solo para mí. Y veo letras. Muchas letras y sabor a menta. Sabor a noche, sabor a amistadas y recuerdos, sabor a un hablaremos mañana, a un nos iremos, a un no nos veremos. Gente. Me tienen tanto que decir. Hay tantas palabras distintas que voy a leer. Pocas a escuchar. Muy pocas. Y la culpa no es de quien me mostró ciertas cosas. Es mía, de quien lo siguió. Errores. Más y más. La vida es un acierto y un error. Que más. Para que más. Está todo acá. Así es todo. No hay miedo. No hay fin. Hay ganas. De seguir avanzar reír, la risa que luego trae desesperación, no por mí parte, por leer la desesperación en los ojos de los demás. Y el pecado. No creo en ellos. Si creyera el karma seria mayor. Coincidencias, vienen y van. En un lugar, en una ciudad tan pequeña no hay que esperar menos. Escuché la reja, es hora de partir, los sonidos nocturnos me ponen nerviosa