Me gusta ver como los pájaros se suben en líneas ordenadas para posarse sobre los cables de la carretera.
Me gusta ver como se abren las puertas del cielo y puedo distinguir el mar de las nubes.
Me gusta ver a los árboles al ritmo de la música y la música al ritmo del viento mientras el sonido de la lluvia se une a la sinfonía.
Mi bendición fue venirme a vivir al mar, alejarme de la callejera bohemia y de sus manos en mi cintura, su risa sobre mi frente y su poco criterio escuchando al mío.
Ahora estoy acá.
Tan pura.
Tan sola.
Solo queriendo escribir mi banalidad o dibujar lo que nunca he logrado.
Leerle a mi piel…
Mi piel con escalofríos que está olvidando todo;
Al igual que mi cuerpo.



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